Hablar
de nuestro satélite natural, es hablar de un tesoro de grandes misterios y
enigmas que desde la llegada del Apolo 11 a la superficie de la Luna, no
dejan de fascinarnos desde que tenemos memoria hasta nuestros días.
La Luna
es intrigante, la Luna es misteriosa; esconde grandes secretos a lo largo y
ancho de su historia. Después de 50 años de la llegada de Neil Armstrong,
el primer humano en pisar suelo lunar es fundamental, para misiones futuras,
comprender los enigmas que esconde la Luna.
Desde
la comprensión química de su suelo marcado por numerosos impactos de
asteroides, hasta los misterios que esconde la cara oculta de la Luna.
Aclaremos que la Luna; nuestro satélite natural, está anclado en marea y una
cara mira siempre para la Tierra por el tirón gravitacional de nuestro planeta.
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Recordemos
también que, la Luna es tema recurrente para los teóricos conspirativos y los
ufólogos con teorías que dicen que el satélite natural de la Tierra es una “nave
extraterrestre” que fue puesta allí por seres alienígenas inteligentes y
otras que afirman que la Luna es una “base alienígena” de OVNIS que se ocultan
en el lado oscuro del satélite.
Otros
afirman que hay colonias de humanos viviendo en la Luna y rastros de
civilizaciones antiguas que vivieron en nuestro satélite natural. Pero todo
hasta ahora ha sito un total misterio y los científicos afirman que la Luna se
formó cuando un objeto de colosales dimensiones se estrelló con la Tierra.
En fin,
son muchos los misterios de nuestra Luna. Ahora, tenemos en la superficie de la
Luna los “Robots Lunares” que son vehículos no tripulados que recorren el
suelo lunar en busca de señales que nos ayuden a desentramar los misterios de
nuestra Luna.
Se
preparan Misiones Lunares como la de Artemis de la NASA para comprender
mejor los enigmas de la Luna y como nuestro satélite natural no tiene actividad
geológica, puede conservar en su suelo las claves químicas sobre cómo se
formó nuestro planeta Tierra hace más de 4.000 millones de años de
evolución.
Estos
misterios serán estudiados en las futuras misiones y “la Luna nos puede
ayudar a descifrar y a entender cómo se formó nuestro sistema solar”,
indicó la doctora Adriana Ocampo, geóloga planetaria y funcionaria de la NASA.
Igualmente,
uno de los misterios de nuestra Luna, es el “olor pestilente” del
compañero inseparable de la Tierra. Según los propios astronautas que han
pisado suelo lunar, la Luna tiene un olor desagradable; quizás, producto
de su composición química.
Sabemos
que hay agua en el polo sur de la Luna. En esa zona, el Sol no llega
debido a que el eje de nuestro satélite natural, es casi perpendicular y por
consiguiente permite la existencia del líquido; hay agua atrapada en las
rocas lunares, pero los cometas que se han estrellado con la Luna también
han llevado hielo al satélite.
La Luna
tiene cuevas y una teoría sugiere que la Luna es hueca. En dichas
cuevas, la vida podría prosperar y, esas cuevas se pueden mapear para buscar hábitats
naturales para vivir.
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También
es un misterio, el alejamiento de la Luna. Hoy el satélite está 18 veces
más lejos que cuando se formó y se distancia de la tierra unos 4 centímetros
por año; este es otro de los grandes misterios de la Luna.
Se
preparan varias misiones tripuladas a la Luna; pero todavía hay grandes misterios
por resolver. Venus no tiene un satélite y su evolución ha sido muy
diferente a la nuestra, a pesar de tener el mismo tamaño y la misma
composición química que la Tierra.
"Este
es uno de los grandes misterios, tenemos dos planetas gemelos y tenemos que
agradecer a la Luna que trajo ese vaivén en los océanos y también equilibró
la órbita de la Tierra", finalizó diciendo la geóloga de la NASA.